Venia de no poder a salir a girar en los primeros entrenamientos ya que el equipo se concentraría en alinear los detalles de la Dodge que estrenó su papá, Norberto Reymundo.
Por la tarde del sábado, logró tener su primer contacto con la cinta asfáltica para efectuar la segunda tanda de pruebas, donde comenzaron a presentase las fallas. Las mismas fueron corregidas de cara a la clasificación. Aunque luego volvieron a aparecer.
Desde el quinto cajón largó la serie hasta quedar en el 4° puesto al cierre de la batería. Partió desde el séptimo lugar y hasta avanzó varias posiciones en función al campeonato. Pero al llegar al ecuador de la definición, Reymundo se percató de que algo no estaba yendo bien.
Fue entonces que en plena recta apareció la rotura de la varilla de la caja. “Se rompió sin ningún aviso. Habíamos hecho un repaso general y probado hasta el último detalle, pero se ve que con el movimiento comenzó a fallar la bomba de nafta. Pusimos toda cañería nueva, cambiamos la bomba y carburamos de nuevo y ahí se acomodo”, comentó el piloto.
“A pesar de todo lo que renegamos, termine contento. En la serie, cuando estaban presentes las fallas, recuperamos dos puestos y los de la punta casi ni se alejaron. Me baje contento”, concluyó.
Afortunadamente, el local tendrá tiempo para recuperarse y superar su 17° puesto en el campeonato en el lapso de un mes, cuando se desarrolle el próximo capítulo del año el 2 de julio.
Fuente: Prensa Leandro Reymundo