El punto de encuentro fue la plaza principal Eduardo Costa, frente a la Catedral Santa Florentina. Luego del recibimiento por parte de las Autoridades del Distrito 5 del Colegio de Arquitectos, donde, además, se les entregó a cada uno de los asistentes un recordatorio por su visita, los participantes se dispersaron según el interés por los edificios o lugares a croquizar.
Consultado el Presidente del Distrito 5, Arquitecto Jorge García nos decía: “esta idea comenzó hace ya un año, recuerdo que el contacto lo hizo el Arquitecto Roberto Frangella, también por sugerencia suya, en oportunidad de su visita a Campana con motivo de dar una charla sobre Concursos.”
“Fue así que, habiendo recién llegado a Cusco con motivo de la Primera Cumbre del Inca, donde habíamos sido invitados para exponer sobre nuestra gestión colegial, recibo un llamado del Arquitecto Sandro Borghini, ese fue el primer contacto con uno de los organizadores del grupo”.
“Este grupo organizador es el que va seleccionando y verificando los sitios a visitar, y vela por la mejor orientación del conjunto”.
"En el caso de Campana, hace dos meses, hicieron una pequeña avanzada con algunos de sus integrantes para informarse y conocer la ciudad, y elegir, luego de una recorrida, los posibles lugares de interés para croquizar, siendo uno de ellos la costanera”.
“Definido el día, nos pusimos a organizar el encuentro, para más comodidad de los asistentes a la hora del almuerzo, conseguimos un Food truck y tramitamos la provisión de un baño químico, ya que en la costanera no se cuenta con esos servicios, fue así, que solicitamos la colaboración de la municipalidad de Campana a través del Doctor Fabio Hernández y la Jefe de Gabinete Mariela Schwartz, quienes amablemente se pusieron a disposición, a ellos, muchas gracias”.
“Según teníamos entendido, para ellos cada salida consiste en un encuentro de amigos, las dos horas y media de registros, de croquis, que en nuestra ciudad se convirtieron en 8 horas, picnic en la costanera incluido, culminaron con una muestra improvisada que permitió el diálogo y el intercambio entre ellos y nosotros” culminó García.
Así que, allí están los Croquiseros Urbanos, cada uno con su historia, sus intereses y sus motivaciones. No persiguen ningún objetivo más que el placer de hacer lo que les gusta. No especulan con vender sus croquis. No compiten entre sí ni persiguen ningún premio o distinción. Son simplemente una tribu urbana de hombres y mujeres que ya pasaron hace rato la adolescencia, pero que todavía son capaces de entusiasmarse como chicos con lo que les gusta.
Cada sábado es entonces un encuentro esperado, para encontrarse con los amigos, intercambiar opiniones, enseñar, pero también aprender, compartir, disfrutar, y porque no, encontrarse con un viejo amigo de la vida o de la facultad.