El Municipio de Pilar sigue apelando a distintas herramientas que le permitan engrosar la masa contributiva y, por ende, nutrir las arcas municipales con fondos propios.
El porcentaje de pilarenses que mantienen sus tasas al día no llega al 50%, en relación a partidas emitidas, por lo que la Comuna avanza en una de las ideas más polémicas: enviar a los morosos al Veraz.
Se trata de la base de datos que consultan bancos y financieras para conocer el perfil crediticio de un aspirante a, por ejemplo, un préstamo.
La iniciativa, en rigor, no es nueva. En la gestión del exintendente Humberto Zúccaro ya se habían dado pasos en ese sentido, e incluso se publicaban los datos catastrales de los deudores (aunque no lo nombres de los poseedores de esos inmuebles).
"Hay alrededor de 6 mil contribuyentes, entre empresas y particulares, que fueron avisados de su (posible) colocación en el Veraz si no se presentan a regularizar, y 3 mil ya fueron enviados", detalló Juan Carlos Mairano a Agenda Propia FM (105,9), subsecretario de Ingresos Públicos de la Comuna.
La primera tanda de contribuyentes enviados al Veraz debían montos superiores a los 150 mil pesos, explicó Mairano, pero en esta segunda etapa se bajó ese umbral para ir por los que deben más de 50 mil pesos.
Pero la arremetida de la Comuna contra los deudores no queda allí. Tal como adelantara Pilar de Todos en 2016, el gobierno parece decidido a ir por una medida aún más polémica: el remate de las viviendas que generaron las obligaciones, la mayoría casas suntuosas, de más de 400 metros cuadrados, ubicadas en countries y urbanizaciones cerradas.
"Vamos a tener una reunión con el intendente Nicolás Ducoté, para ir por la medida de mayor instancia, que nos permita rematar viviendas. Tenemos en vista más de una veintena. Hay barrios cerrados y clubes de campo que tienen varias propiedades, y quiero convencer al intendente para que me autorice a rematarlas. En los próximos meses vamos a dar una señal clara respecto a que las tasas municipales las deben pagar", concluyó el funcionario.
El Municipio cruza información con ARBA para salir a la caza de evasores