La ministra de Gobierno bonaerense, María Teresa García, aseguró que la provincia trabaja en un esquema que combine presencialidad y virtualidad para el inicio del próximo ciclo lectivo y señaló que existe un buen el diálogo con los gremios docentes.
García cuestionó el plan presentado por la Ciudad de Buenos Aires, al considerar la propuesta "de un alto voluntarismo y sin demasiadas precisiones".
"El planteo que tiene la provincia es una combinación de presencialidad y virtualidad", dijo la ministra aclarar que "no todas las escuelas son iguales".
"No se puede tomar una medida única, sabemos que hay escuelas que tienen reducidos espacios y escasa ventilación donde es difícil aplicar los protocolos, por eso se está trabajando con cada escuela", agregó.
En diálogo con Radio 10, la funcionaria comentó que desde el año pasado el gobierno bonaerense trabajó para resolver los problemas de infraestructura en los edificios.
"Teníamos en el sur escuelas sin vidrios y en el conurbano escuelas con letrinas; se usó la cuarentena para avanzar con obras y sobre el fin de año rescatar en esos distritos que no tenían circulación de virus, una suerte de normalidad presencial que sirvió para revincular a los chicos y fue con enormes protocolos", apuntó.
En esa línea, precisó que "a lo largo del año se han hecho más de 2.800 obras para mejorar la infraestructura escolar" y que se podrá, "en acuerdo con los docentes y con los intendentes, articular un sistema doble hasta tanto se recupere la normalidad absoluta".
"Será una combinación de presencialidad y virtualidad, pero también dependerá de la dimensión de las aulas, no es lo mismo una escuela de Junín que una de Lanús", comentó.
Mencionó que en el territorio bonaerense son casi 10 mil escuelas con una matrícula de 3.300.000 alumnos, que equivale a la cantidad de habitantes que tiene la Ciudad de Buenos Aires, por lo que dijo que "hay que cuidar mucho ese segmento" y "mirar con mucha atención cada aula, la higiene y la circulación del aire".
Al ser consultada sobre el plan presentado ayer por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la funcionaria dijo que observó "un alto voluntarismo y sin demasiadas precisiones".
"Cuando se dice que cada aula es una burbuja pero que los docentes puedan transitar de burbuja en burbuja me parece que no está afinado el protocolo", opinó.
Para García, "no hubo precesiones, ni indicaciones claras de cómo se comienza". "Todos tenemos voluntad para que las clases empiecen con presencialidad pero hay que dar determinadas certezas", apuntó.
También destacó la importancia de la vacunación para el inicio del ciclo lectivo y mencionó que, según los especialistas, los chicos contagian, por lo que "hay que mantener los protocolos estrictos".
Con relación a los gremios docentes, la ministra consideró que en la provincia hay un diálogo con todo el sector gremial "con el cual se ha trabajado los protocolos, el cuidado de los chicos y docentes".
"Cargan sobre los gremios docentes como los culpables de que no inicien las clases, no hay nada más lejos de eso. Todos los docentes quieren empezar las clases, pero quieren hacerlo en condiciones de seguridad de su propia salud y de los chicos que tendrá enfrente", remarcó.
El plan
Según reveló la agencia Télam, en las escuelas con mayor matrícula, las clases se organizarán a través de esquemas duales que combinen actividades presenciales y no presenciales.
El programa contempla que si una sección cuenta con 30 estudiantes se podrá subdividir en dos grupos de 15 que concurran a la escuela dos veces por semana y realicen actividades no presenciales otros dos días, mientras que el quinto día se destinaría al seguimiento de las actividades remotas.
En cambio, en escuelas con matrícula reducida (por ejemplo, escuelas rurales con pluriaño) las clases presenciales podrán desarrollarse de lunes a viernes.
Entre las pautas generales de cuidado, se encuentran el uso obligatorio de tapabocas para estudiantes, docentes y auxiliares; la distancia social entre estudiantes y docentes, de al menos de 1,5 metro entre estudiantes y dos metros del docente en el aula, y de 2 metros en espacios comunes.
También contempla la higiene frecuente de manos (al menos cada 90 minutos), el control de temperatura al ingreso del establecimiento (máximo 37,4º C), la ventilación de los ambientes (al menos cada 90 minutos) y el mantenimiento de las puertas y ventanas siempre abiertas.
La organización de los ingresos y egresos de la escuela está prevista en horarios escalonados que eviten la concentración de personas, como pautar 15 minutos de diferencia entre los horarios de salida y entrada de los grupos de estudiantes.