Miércoles, 06 Marzo 2024 19:47

Crimen del country: investigan movimientos bancarios y al entorno del ingeniero

La Justicia busca determinar el móvil del asesinato. También se buscará conocer más de la vida privada de la víctima.

Mientras se esperan los análisis de ADN que la Justicia ordenó sobre un pelo y rastros encontrados debajo de sus uñas, el asesinato del ingeniero Roberto Wolfenson sigue siendo un total misterio.

Wolfenson fue hallado muerto en su casa del country La Delfina, el pasado 23 de febrero.

Fue encontrado por su profesor de piano, un vigilador de la urbanización y un vecino, quienes ingresaron a la casa ya que la víctima no respondía.

Wolfenson, de 71 años, estaba tendido boca abajo en una de las habitaciones secundarias de la vivienda. La autopsia determinó que fue golpeado y ahorcado con un cable fino o tanza.

Luego de tomar testimonio al personal de la casa que lo vio por última vez con vida, como por ejemplo una empleada doméstica y albañiles, los investigadores no descartan nada.

La hipótesis del robo tampoco, aunque aún no es lo suficientemente sólida.

Es que si bien el celular y un parlante faltaban de la casa, estaba intacta una caja de seguridad que contenía dinero y relojes de alta gama, además de no faltar otros elementos de valor de la propiedad.

Ahora, las miradas de los investigadores está puesta en el entorno del ingeniero, tanto sus familiares, como sus allegados y vínculos, al tiempo que se analizan los movimientos bancarios sobre las cuentas de Wolfenson.

En concreto, ya se pidieron informes al Banco Central sobre los movimientos de las cuentas de la víctima, tanto las abiertas en bancos locales como en el exterior.

El fiscal Germán Camafreitas, de la UFI N°3, se reunió con los hijos de la víctima, quienes aportaron información financiera del ingeniero, con el objeto de avanzar en el móvil económico.

“Los hijos de la víctima querían conocer detalles de la investigación. Pero también llevaron documentación para profundizar la pista económica. Por información que les dio el contador que trabajaba con su padre, Wolfenson tenía una caja de seguridad. Además de las cuentas bancarias en el país, tenía una en el exterior. Ellos quieren que se investiguen los últimos movimientos bancarios para conocer si después del homicidio se hizo alguna operación. Sobre todo, teniendo en cuenta la desaparición del teléfono celular, ya que las operaciones bancarias se pueden hacer desde el móvil”, señaló a La Nación una fuente de la investigación.

 

Computadoras

Peritos informáticos analizaban dos computadoras de la víctima.

Uno de esos equipos fue utilizado por la hijastra de Wolfenson luego del crimen. La mujer, identificada como B.T. dijo haber encontrado una clave que le permitió ingresar al equipo.

“El domingo logré encontrar una clave anotada, por lo cual procedí a ingresar a una de las notebooks de Roberto. Era la del trabajo, no la personal. Así pude observar en el interior que se hallaba el WhatsApp abierto del teléfono de Roberto. Lo que hice fue filmar lo que estaba viendo, es decir, los chats que tenía”, contó B.T.

La filmación que la joven tomó ya está en manos de la Justicia.

La lupa de los pesquisas no quiere dejar ningún rastro sin analizar.

Es por eso se convocará a declarar a los amigos de Wolfenson, para conocer más de la vida privada del ingeniero.

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