Familiares y vecinos de Thiago Fleitas, el niño de 2 años abusado y asesinado a golpes, volvieron a las calles para exigir justicia, tal como lo vienen haciendo desde hace una semana.
Esta mañana, con banderas y carteles, se concentraron frente al Palacio Municipal y desde allí se dirigieron hasta las oficinas donde funciona la Dirección de Niñez de la Comuna, sobre la calle Rivadavia en el centro de Pilar.
Frente al edificio, que contó con custodia policial, los manifestantes exigieron la renuncia de los integrantes del área ya que consideran que “no actuaron” ante las denuncias previas que el abuelo del menor había realizado y en las que aseveraba que el nene era maltratado.
Hubo cánticos, y pintadas en la fachada del lugar con el pedido de justicia.
“Den la cara. A Thiago lo dejaron solo, renuncien”, gritaron los manifestantes.
Más tarde, los vecinos que vienen acompañando a la familia del niño, se trasladaron hasta la Fiscalía, sobre la calle Tucumán, donde nuevamente pidieron que la madre de Thiago, Pamela Palacios, sea detenida.
“La queremos presa ya y que dejen de defender a los violadores”, reclamaron.
Por el caso, hasta el momento continúa detenido el padrastro del niño, Ariel Farías, quien está imputado por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido contra una menor de 18 años y por la situación de convivencia en concurso real con homicidio”.
La semana pasada, Farías prestó declaración y negó los hechos. Por otra parte, Palacios permanece en libertad. También declaró en la causa y se espera que se le realicen pericias psicológicas.
Thiago, de 2 años, murió el pasado viernes 19 de marzo luego de haberse desvanecido en su casa del barrio San Alejo, en Pilar.
Palacios, junto a su pareja, Farías lo llevaron al hospital y, según indicó el abuelo del nene, "dijeron que se había ahogado con la comida".
Los médicos intentaron reanimarlo en varias oportunidades, pero el nene finalmente falleció debido a una hemorragia interna producto de un golpe en el estómago.
Al ser atendido, los profesionales detectaron que Thiago presentaba quemaduras y signos de abuso sexual, por lo que dieron inmediata intervención a la policía.
Posteriormente, los médicos forenses del Cuerpo Médico de San Isidro realizaron la autopsia y le informaron al fiscal que la causa de muerte del niño era una “hemorragia introabdominal por desgarro traumático de mesocolón”.
Según detallaron las fuentes, esa hermorragia databa de tres días y fue producida por un fuerte golpe que el niño había recibido en el abdomen.
Pero además, los forenses descubrieron que el menor tenía signos de haber sido víctima de abuso sexual en un período de entre 7 y 45 días antes de su fallecimiento y también algunas lesiones de quemaduras de vieja data en distintas partes de su cuerpo.