La Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal confirmó la condena a Alexa Souto Moyano, última acusada por el secuestro y asesinato de Matías Berardi, el joven de 16 años raptado en Del Viso en septiembre de 2010. Souto Moyano había sido absuelta en un primer juicio en 2013, pero fue condenada en 2022 a seis años y ocho meses de prisión en un segundo proceso, realizado por el Tribunal Oral Federal N°3 de San Martín.
Con los votos de los jueces Javier Carbajo y Daniel Petrone, Casación ratificó el fallo al considerar que existían pruebas suficientes sobre la participación de la acusada en la vigilancia de la víctima durante su cautiverio, en coordinación con otros integrantes del grupo criminal, liderado por su padre, Richard Souto. Actualmente, cumple arresto domiciliario con monitoreo electrónico.
Durante el proceso, la querella impulsada por la familia Berardi había solicitado una pena de 20 años de prisión y su detención inmediata. La defensa, por su parte, pidió su absolución o una pena menor.
El juez Carlos Mahiques votó en disidencia. Sostuvo que la sentencia se basaba en una "selección arbitraria" de pruebas, ya que existían testimonios y registros escolares que ubicaban a la joven en otro lugar durante el secuestro. Por ello, propuso su absolución, apelando al principio de presunción de inocencia.
Sin embargo, la mayoría del tribunal consideró que Souto Moyano tuvo un rol activo en el delito, y concluyó que fue coautora del secuestro extorsivo agravado.
Condenas anteriores
En 2013, once personas fueron condenadas por el hecho. Entre ellas, cinco recibieron prisión perpetua:
Richard “El Uruguayo” Souto
Néstor Facundo Maidana
Damián Sack
Gabriel Figueroa
Gonzalo Álvarez
Otros recibieron penas de entre 17 y 24 años de prisión, incluyendo familiares directos de Alexa Souto Moyano.
La palabra de la madre
Al conocerse la confirmación de la condena, María Inés Daveiro, madre de Matías, expresó:
“Fue un proceso largo y muy doloroso. Siempre supimos que Alexa participó. Esto no es por venganza, es por justicia. Matías era un chico lleno de vida, y hoy sentimos algo de paz”.
