Familiares de Sofía Fernández, la mujer trans que fue asesinada en un calabozo de una comisaría de Pilar, rechazaron la decisión de la Justicia de dejar en libertad a 9 de los 10 efectivos de la Policía Bonaerense implicados en el crimen.

En ese contexto, este lunes volvieron a manifestarse en las puertas del Juzgado de Garantías N°7 para exigir al magistrado, Walter Saetonne que revea la resolución tomada la semana pasada.

En el escrito, firmado por el Juez, a los 9 se les dictó la falta de mérito al no encontrar pruebas suficientes en su contra. La justicia consideró que ninguno de ellos había estado presente en la dependencia policial, la Comisaría 5ta de la localidad de Derqui, en el rango horario en el que Sofía fue asesinada.

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Y quedó como único aprehendido el Oficial Ayudante Carlos Matías Rodríguez a quien la Justicia le efectivizó la prisión preventiva luego de que todos los indicios de la causa apuntaran a que él perpetuó el travesticidio.

La decisión del juez provocó malestar entre los allegados de la víctima, quienes acompañados por diferentes agrupaciones políticas y organizaciones sociales, volvieron a marchar.

En medio de la indignación se preguntaron si “al juez no le alcanzó ver el cuerpo de Sofía como estaba; no le sirvió ver las marcas y golpes que tenía, ni que la asfixiaron con una ropa interior y con pedazos de un colchón”, todos datos que se desprenden de la autopsia realizada al cuerpo de la víctima.  

“La autopsia habló señor Juez y acá hay culpables que deben pagar por el crimen atroz”, pidieron los familiares de Sofía e insistieron que “los 10 policías deben pagar por todo lo que hicieron”.

El crimen

Sofía Fernández (38), estaba por empezar la carrera de enfermería y era docente.

Fue detenida en abril del año pasado al verse involucrada en un supuesto intento de robo, aunque nunca quedó del todo claro la circunstancia de su aprehensión.
Dos días después, su cadáver fue encontrado en uno de los calabozos de la comisaría 5ta. de Derqui.

En primera instancia, los Policías explicaron a la familia de Sofía que la mujer había fallecido por "muerte súbita", y más tarde deslizaron la posibilidad de un suicidio.
Sin embargo, la autopsia reveló que Sofía había muerto por asfixia, al tiempo que se encontraron trozos de un colchón y de su ropa interior en las vías respiratorias.

Además, el cuerpo presentaba golpes. Se cree que todo comenzó cuando Sofía se negó a ser detenida en un calabozo con otros hombres.
Las pericias indicaron que actuaron tres o más personas, quienes la sujetaron, además de que “no se puede descartar la concurrencia de maniobras de abuso sexual por vía anal, dado los hallazgos cito genéticos”.

Para los investigadores el móvil del crimen fue el “odio por la identidad de género de la víctima”.