El Senado de la Nación aprobó el paquete fiscal con 37 votos afirmativos y 35 votos negativos pero al iniciar la votación en particular, con varias modificaciones, encontró visto bueno en el blanqueo y la moratoria pero rechazo en Ganancias y Bienes Personales.
Su debate inició a las 3 de la madrugada de este jueves con el anuncio del dictamen de mayoría por parte del senador oficialista Ezequiel Atauche (Jujuy), miembro informante de La Libertad Avanza y titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda.
A diferencia de la ley de Bases, que ya obtuvo la luz verde antes, la mayoría en favor del proyecto en general fue con el apoyo del senador Martín Lousteau (CABA). Los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano votaron de manera negativa y se plegaron a los 33 kirchneristas.
La caída del impuesto a las Ganancias estaba en los planes del oficialismo, que ya sabía que la restitución del tributo no tenía los votos suficientes. Sin embargo, el rechazo a Bienes Personales provocó sorpresa y pesadumbre en el oficialismo. La única buena noticia para la Casa Rosada entre tanta desprolijidad legislativa fue que el rechazo, tanto Ganancias como Bienes Personales, no alcanzó una mayoría agravada de dos tercios. Esto podría facilitarle al oficialismo la posibilidad de restituir ambos tributos cuando el proyecto vuelva en segunda revisión.
La reversión de Ganancias tuvo 41 rechazos y solo 31 votos afirmativos. El texto fijaba que el impuesto vuelva a pagarse a partir de un sueldo de $1.800.000 en el caso de solteros y de $2,2 millones para casados. La actualización, por inflación, se fijaba para septiembre de este año, y a partir del año que viene cada seis meses.
Durante el debate en el Senado, el oficialismo incorporó el diferencial del 22 % por zona desfavorable que beneficia a las provincias del Sur. Igualmente los patagónicos votaron en contra.
El título de Bienes Personales también fue rechazado. El texto del oficialismo planteaba una reducción del piso a partir del cual se empieza a pagar Bienes Personales y una disminución en las alícuotas. De acuerdo al proyecto, el mínimo no imponible subía de $ 27 a $ 100 millones y la deducción por la vivienda familiar iba a pasar de $ 56 a $ 350 millones.
Pero la votación salió rechazada para sorpresa del oficialismo, que no lo esperaba. Hubo 37 votos en contra y 35 a favor. Además de los 33 legisladores de Unión por la Patria, votaron en contra los dos santacruceños, José María Carambia y Natalia Gadano, el radical Martín Lousteau y la rionegrina Mónica Silva.
El blanqueo, en tanto, sí encontró el visto bueno del Senado. Este permite regularizar activos no declarados hasta US$ 100.000 sin pagar el impuesto especial. Para montos más altos, contempla alícuotas progresivas del 5 % hasta el 15 %. Se aprobó por unanimidad: 72 votos a favor.
A pedido de la porteña Guadalupe Tagliaferri (Pro), se excluyeron las cláusulas que permitían a los residentes extranjeros ingresar el régimen de regularización y a las personas físicas declarar bienes muebles cuya titularidad se encuentra a nombre de empresas. Estas modificaciones contaron con el voto del kirchnerismo, que consolidó así una mayoría de dos tercios con la intención de que los cambios no puedan ser revertidas por la Cámara de Diputados cuando discuta el proyecto en segunda revisión.
En tanto, también fue aprobado el capítulo que establece una nueva moratoria fiscal, que incluye obligaciones tributarias aduaneras y de seguridad social, que apunta a regularizar deudas vencidas al 31 de marzo último.
El régimen permite saldar estos pasivos al contado o en tres cuotas y condona un 70% de los intereses punitorios y resarcitorios para quienes ingresen en los primeros 30 días de puesto en marcha el plan. El beneficio disminuye de manera gradual a medida que se amplían los plazos de ingreso a la moratoria. (DIB)