El Concejo Deliberante comenzará a analizar desde la semana que viene el balance financiero de 2018 de la Comuna.
Se trata de la rendición de cuentas, carpetas en donde figuran todos los ingresos y egresos que tuvo el Municipio el año pasado, y que deben ser tratados por los legisladores antes de ser remitido al Tribunal de Cuentas.
Ya comenzaron a hacerse copias de las 5 carpetas que contienen los datos, mientras que la semana que viene se delineará la forma de trabajo, con soporte digital también, y la concurrencia de funcionarios del Ejecutivo a la sede administrativa del Concejo Deliberante.
Por ley, el Concejo tiene hasta el 31 de mayo para revisar los números, pero el titular de la comisión de Hacienda del Concejo, el edil Nicolás Darget, explicó que “muy posiblemente” la discusión sea llevada a mediados de mayo al recinto.
Darget, en un primer análisis que hizo de los datos, indicó que del ingreso previsto para 2018, 6.596 millones de pesos, se devengaron 7.240 millones de pesos, es decir una diferencia de 644 millones.
Pero si se toma en cuenta el real ingresado, 5.334 millones, la diferencia es de 1.900 millones de pesos.
“Lo más preocupante es que el Municipio devengó 7.240 millones una diferencia de 650 millones de lo presupuestado. Lo que también habla que la crisis cambiara complicó y mucho las cuentas del Municipio. Pero respecto a lo ingresado, la baja fue mayor, de 1.900 millones, ya que se percibieron por todo concepto 5.334 millones de pesos. El asfalto tuvo un aumento, por ejemplo, del 120%, por lo que la situación es comprensible. Se ve en los números el desmanejo de la economía a nivel nacional. Lo devengado no significa que sea deuda flotante, pero significa que en medio de una crisis no hay administración financiera que pueda llevarse a cabo”, expuso el edil del PJ.
“Hubo una merma además en la recaudación de tasas propias, un 40% menos de lo presupuestado. Lo primero que hace el vecino cuando se le achica el bolsillo es dejar de pagar las tasas, algo que es entendible. Aunque a su vez subió lo proveniente de Provincia, sobre todo lo relacionado con coparticipación”, agregó.
Más allá del global, Darget expuso que ahora cada bancada pondrá el foco en el debate “político” de los gastos, es decir una discusión que no es del todo técnica sino que versa sobre la conveniencia de destinar fondos para determinados gastos.
En ese sentido, el concejal cuestionó la alta contratación de consultorías y auditorías que hace la Comuna.
“La situación económica no está para invertir en ciertos procesos que podría hacer el Municipio, como el caso del contrato de fundaciones para que estudie procesos administrativos, o asesores. Lagomarsino (Gabriel, actual edil opositor y ex titular de Participación Ciudadana) invirtió mucho dinero en certificación de normas, y yo hubiera destinado más en asfaltos, tosca, alimentos para comedores, es decir poner la plata en la calle”, concluyó.
