El Ejecutivo apuesta a avanzar en uno de los temas que considera claves, pero al mismo tiempo más polémica genera: el nuevo código urbano del distrito.
Se trata de actualizar normativa que establece qué tipo de emprendimientos comerciales industriales, o urbanísticos se pueden hacer en Pilar, y en qué zonas.
Pila cuenta con legislación añeja, de más de 30 años, que ha sido emparchada con el correr de los años, sobre todo de la mano de las excepciones a las ordenanzas, lo que permitió que el mapa de Pilar sea un verdadera collage, con zonas residenciales o rurales conviviendo con industrias, por ejemplo.
Con el objeto de tener un plan que reúna la mayor cantidad de consensos, la Comuna emprendió una serie de charlas con distintos sectores, luego de haber suscrito un acuerdo con la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires.
En ese contexto, desde hace unas semanas ya se está desarrollando la etapa de diagnóstico del “Plan de Desarrollo Urbano y Ambiental de Pilar”.
Ese proceso culminará a mediados de junio, del que están participando organizaciones sociales, el Colegio de Técnicos, el Colegio de Arquitectos, Scipa, la Junta Histórica de Pilar, productores agropecuarios, la Cámara del Parque industrial, industriales de Villa Rosa, y referentes ambientales, entre otros, informó el gobierno.
“Luego de la presentación del Diagnóstico, que está programada para el mes de junio, se redactarán las reformas y los planes que permitan integrar las distintas visiones de los actores de Pilar”, comunicaron desde la Comuna.
“Este proceso apunta a dotar de normativa para que en los próximos 30 años Pilar crezca de manera armónica, respetando sus tradiciones e identidad”, añadieron.
Sin embargo, la gestión del intendente Nicolás Ducoté sabe que el definir cómo crece Pilar, y con qué perfiles, no es una labor sencilla, menos en un año como este, donde toda discusión, inexorablemente, se dará al calor de la campaña electoral.