Un proyecto de ley presentado en la Legislatura bonaerense busca prohibir la actividad de los denominados "cuidacoches" y "limpiavidrios" sin autorización en la provincia de Buenos Aires
La iniciativa, presentada por los diputados Guillermo Castello y Matias Ranzini, modifica el Código de Contravenciones provincial para sancionar con multas y arresto a quienes realicen ese tipo de actividades.
En ese sentido, y de ser avalada la medida, a partir de la modificación, los infractores podrían ser sancionados con multas de entre 200 y 1.000 pesos.
O con 2 a 10 días de arresto por estar en la vía pública ofreciendo estos servicios. Además, las penas se podrían agravar si quien está en falta "portare armas no convencionales", como elementos contundentes o similares que sirvan para quebrar alguna voluntad rígida, señalaron desde el bloque de Cambiemos.
"Estas personas asumen una actitud de coerción o de imposición a los propietarios", evaluó Castello, quien también es autor de una propuesta legislativa que prevé suspender el pago de planes sociales a los beneficiarios que asistan a piquetes y cortes de tránsito, en protestas callejeras
El proyecto define a los cuidacoches o trapitos como las "personas que ofrecen voluntariamente y sin guardar relación alguna con la administración pública, servicio de estacionamiento o cuidado de vehículos que se estacionan a cambio de una retribución voluntaria de quien recibe el servicio".
Además, establece que los limpiavidrios son aquellos que "ofrecen voluntariamente y sin autorización la limpieza de vidrios de cualquier tipo de automotor en la vía pública, ya sea en forma onerosa o gratuita”.
Castello consideró que es necesario “terminar con esta actividad de quienes se apropian del espacio público extorsionando y apretando a los ciudadanos".
"Muchas veces, detrás de los cuidacoches, hay mafias que se han organizado para dividirse la ciudad como si fuera un botín, en perjuicio de los vecinos", concluyó Castello.