El Departamento de Medicina Preventiva dependiente de la Secretaría de Salud del municipio lanza una serie de recomendaciones generales para la prevención de enfermedades respiratorias en esta época del año.
La Responsable de Medicina Preventiva, Dra. Ana Valentinuz, detalló: “Para tal efecto resulta fundamental intensificar la higiene personal, la higiene y aireación de los ambientes y el lavado frecuente de manos”.
Con respecto a las principales pautas de prevención, los especialistas del área detallan las siguientes:
Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón durante un mínimo de 20 segundos hasta aproximadamente 1 minuto. En el caso de los más pequeños, es aconsejable inculcar una correcta higiene de manos con agua y jabón.
Al toser o estornudar, utilizar siempre papel desechable o papel higiénico, tirarlo a la basura y lavarse las manos. En tanto, en situaciones donde las personas que presentan cuadros de tos y catarro, se encuentran en lugares donde se comparte espacio con mucha gente, deben tomar la precaución de hacer el movimiento de flexión del brazo para toser en el hueco del mismo. Adoptando esta práctica se limita la dispersión de gérmenes.
Como medidas de higiene en los hogares el criterio es siempre airear diariamente los ambientes. La recomendación además es no fumar, pero en caso de hacerlo se debe evitar realizar este hábito en el interior de la vivienda.
Para adoptar una correcta rutina de limpieza y desinfección es necesaria la utilización de un producto que contenga un activo desinfectante que elimine virus y bacterias. La lavandina líquida (diluida en agua) es el producto que tradicionalmente es utilizado para limpiar y desinfectar, prestando una máxima atención a: mesas y sillas, picaportes de las puertas, interruptores de la luz, teléfonos y timbres, entre otros elementos de uso cotidiano.
Los profesionales de Medicina Preventiva también dieron a conocer un listado de recomendaciones que se deben aplicar en niños pequeños. En tal sentido, destacaron que los menores de dos años, aún aquellos considerados sin factores de riesgo, son un grupo vulnerable para estas enfermedades debido a las características anatómicas y fisiológicas de la vía aérea correspondientes a esta edad.
En los casos de aquellos niños que concurren a jardines maternales o guarderías, la probabilidad de contraer una enfermedad infecciosa aumenta debido a la mayor exposición a patógenos, el contacto frecuente y cercano con otros niños y las limitaciones de cuidado de la propia higiene inherentes a la edad. En todos los casos, se recomienda a las personas que tienen contacto con chicos de esta edad, lavarse las manos con agua y jabón, y secarse utilizando toallas descartables. Asimismo se sugiere realizar higiene con alcohol en gel solo en caso de no tener agua o después del lavado húmedo. En tanto, resulta sumamente importante que los niños que concurran a la guardería presenten esquema de vacunación completa.
Una de las principales estrategias de prevención se basa en la vacunación antigripal. El objetivo con respecto a la vacuna antigripal es disminuir la mortalidad por influenza. La vacunación no actúa como un bloqueo de la circulación viral, por lo cual no está indicada cuando hay contactos con un caso de influenza.
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