El Ente Nacional Regulador del Gas inició una campaña de prevención para evitar intoxicaciones por inhalación de monóxido de carbono.
Ante la llegada de las bajas temperaturas, desde el organismo elaboraron una guía para el correcto encendido de artefactos de calefacción domésticos y el uso responsable del gas.
En ese marco recordaron que «el monóxido de carbono (CO) es un gas tóxico producto de la combustión incompleta del gas, cuya inhalación provoca lesiones graves a la salud y puede llegar a ser mortal».
«El CO es inodoro, incoloro e insípido, por lo que no podemos detectarlo con nuestros sentidos. Estas características lo hacen sumamente peligroso dado que, si se respira, puede causar la muerte por envenenamiento en pocos minutos», alertaron.
Para generar conciencia en lo que respecta al uso responsable y eficiente del servicio de gas natural y, en consecuencia, la prevención de accidentes vinculados a la inhalación de monóxido de carbono, pidieron tener en cuenta las siguientes pautas:
Hacé revisar una vez al año los artefactos de gas por un gasista matriculado, preferentemente cuando bajan las temperaturas.
Colocá rejillas de ventilación permanentes. Son obligatorias para todo artefacto de cámara abierta.
La llama del gas siempre tiene que ser azul. Si es amarilla, anaranjada o roja tu artefacto de gas está funcionando mal.
Chequeá siempre que los conductos de evacuación de gases no estén rotos o tengan obstrucciones.
Llamá siempre a un gasista matriculado para que revise los artefactos de gas y las ventilaciones de tu hogar.
Las hornallas y los hornos no son para calefaccionar. Eso es peligroso.
Si tenés un detector de monóxido de carbono, activalo siempre.
Mantené las hornallas de la cocina limpias de líquidos y alimentos porque eso obstruye los quemadores y genera una mala combustión.
Aprovechá al máximo la capacidad calórica de los artefactos, no los tapés con cortinas ni muebles.
Los artefactos de gas instalados en baños o dormitorios sólo deben ser de tiro balanceado.
Dejá siempre una rendija abierta; es importante que haya circulación libre de aire desde el exterior.
Si vas a habitar una vivienda que ha permanecido cerrada por mucho tiempo, hacé revisar las instalaciones internas por un gasista matriculado.