Los proteccionistas de animales volvieron a salir a la calle para manifestarse en contra del proyecto que busca que en Pilar se les deba colocar un chip a los perros, principalmente a los denominados potencialmente peligrosos.
Reunidos en la Plaza 12 de Octubre ayer por la tarde, integrantes de diferentes asociaciones juntaron firmas con las que buscarán que la iniciativa – que está en estudio en el Concejo Deliberante – sea directamente desestimada al tiempo que reiteraron que los dispositivos “pueden generarle problemas de salud al animal”.
“El chip es invasivo. No tiene GPS, por lo tanto ningún perro va a poder ser encontrado. Y también lo es porque puede provocar quistes y hasta tumores como así también diferentes infecciones. Además, el dispositivo no ofrece ninguna solución: si el perro muerde, va a seguir mordiendo y se va a seguir escapando”, sostuvo Cristian Caroprese integrante de la fundación Amor Animal.
La propuesta busca además que una vez que a los animales se les coloque el chip, luego deban ser inscriptos en un Registro donde constarán los datos del animal y los de su dueño.
Sin embargo, quienes se oponen manifestaron que la medida “es un negocio”.
“Es un negocio porque sabemos que el chip lo van a comprar afuera. Lo van a comprar por un peso, por ponerle un valor, y lo van a vender a cien. Y después los veterinarios, van a cobrar arriba de los mil pesos para colocarlo”, agregó Caroprese.
El proyecto nació producto de diferentes ataques de perros considerados peligrosos - pitbull entre otros-. Según habían relevado desde el Concejo “solo en 2018, 185 personas fueron atacadas por ese tipo de animales” en Pilar.
De todos modos, Caroprese desestimó que pueda catalogarse una raza como peligrosa y sostuvo que depende del aprendizaje que el dueño le da al animal.
“Todos los dueños de animales que pesan arriba de los veinte kilos y tienen una mordida determinada deben recibir la capacitación correspondiente. Se debe controlar a esa familia. Si a una persona la educamos mal y comete un error o alguna contravención es porque fue mal educada. El perro es igual. Es un ser vivo que nos respeta, que nos ama. No queremos que se le haga semejante cosa en su cuerpo”, concluyó.