M, o X, o @, o E, o como quieran llamarlo ya no está entre nosotros.
Era un alumno de una de las tantas escuelas del distrito, de la provincia, del país.
No pudo aguantar a que le designaran desde los despachos correspondientes, una maestra integradora, un asistente terapéutico, un maestro domiciliario, estos últimos, los más necesarios dada su patología irreversible que ya no vale la pena mencionar.
Su cuerpito frágil de seis años no pudo esperar a que la burocracia se ocupara de él como una persona y no como un número de afiliado.
Una de las patas indispensables para lograr la tan preciada inclusión, con la que tantos se llenan la boca y tienen autoridad para influir en las currículas, es la familia.
Es ella quien llega a la escuela en busca de asesoramiento, ayuda; la que debiera ser la más firme.
Sin embargo, en el kilometraje de papeles que hay que buscar, llenar, firmar, acordar, se transforma en la más endeble y es el lugar donde más se sufre, donde más duele.
Para los estamentos que siguen en jerarquía será un expediente más.
De estos casos y otros que no encajan dentro del esquema escolar establecido se ocupan los Equipos de Orientación Escolar (EOE), aquellos que se manifestaron el viernes pasado en la inauguración de nuevas obras en un Jardín de
Infantes de la localidad de Del Viso, apoyados por los integrantes del Frente de Unidad Docente en Pilar, con el propósito de entregarle un petitorio al Ministro de Educación, Gabriel Sánchez Zinny.
Como se sabe, su intención y la de los equipos que lo asesoran, en el afán de “achicar el Estado” (nótese por donde), quieren retirar los EOE de las escuelas que los cuentan en su planta y pasarlos al distrito.
¿Sabe el ministro que hay escuelas en Pilar que no cuentan con Equipos de Orientación?
¿Sabe que hay escuelas que dependen de la fortaleza, tiempo, buena disposición de sus directivos y docentes para que estos niños puedan ser atendidos como corresponde y se les respeten sus derechos de acceso a la educación y tener a una calidad de vida digna?
Hoy; hay un lugar en una escuela que estaba preparado para él. Pero que seguirá vacío porque la vida de X, E, @ o M se fue entre las notas, aprobaciones, informes médicos y pedagógicos, firmas, acuerdos y fechas.
Hay veces que ocurren sucesos dentro de la sociedad que se ve interpelada como tal: como el Caso de Carolina Píparo que tras sufrir una salidera bancaria que le costó la vida a su bebé por nacer; se impulsó la sanción de una Ley para incrementar la seguridad en los bancos.
Tal vez, y ojala así sea, la muerte de este niño sirva para acelerar los tiempos de aquellos otros que aún son parte del sistema educativo nada más que como un número de matrícula.
Porque para que su presencia sea visible en las escuelas y se haga realidad la tan mentada inclusión, es necesario que se aceleren los tiempos de aquellos que tienen sus destinos sobre los escritorios.
Sobre todo teniendo en cuenta que nadie es dueño ni siquiera de su propio futuro.
Atte
Angélica Sosa
Lunes, 02 Julio 2018 22:10
Cuando la muerte le gana a la burocracia en las escuelas
Señor Director: Voy a tratar de escribir estas líneas con todo el respeto que aprendí de mis mayores y aquel que he cultivado a lo largo de mi vida por aquellos que se lo merecen.