El Senado Nacional aprobó, con 57 votos a favor, 2 negativos y 9 abstenciones, el proyecto de ley impulsado por el diputado nacional Pablo Carro que prorroga hasta el 31 de diciembre de 2072 la asignación de fondos específicos para las industrias e instituciones culturales.
Esta aprobación fue posible gracias a la movilización de las trabajadoras y los trabajadores de la cultura junto a los representantes del sector, el amplio apoyo de la sociedad en su conjunto y a los diputados/as y senadores/as que votaron por la sanción de la esta ley fundamental para el desarrollo de nuestra cultura nacional. De esta forma, se garantiza el financiamiento de las industrias culturales y de las bibliotecas populares en todo el país.
El ministro de Cultura, Tristán Bauer, presente también entre todos los que aguardaron en el Congreso Nacional el resultado de tratamiento del proyecto, expresó: "Gracias a que el proyecto de ley fue primero sancionado en Diputados y gracias a los senadores que hoy la votaron volvemos a tener este financiamiento qiue es fundamental para el desarrollo de actividad cultural, para el sostenimiento de nuestras bibliotecas populares. Creo que es un paso extraordinario que se ha dado hoy en el Congreso Nacional".
Luego agregó: "La cultura no prescribe. La cultura la hace y la desarrollan los pueblos. Los artistas contribuyen de manera extraordinaria a esa construcción cultural. Yo creo que esto que hoy se sanciona por cincuenta años se va a sancionar para siempre por creo que es fundamental que el estado esté presente acompañando a nuestro cine, a nuestro teatro, a toda nuestra cultura a lo largo y a lo ancho del país. Esto logro se defiende con el trabajo y la militancia de todos nuestros artistas, tal como hicieron para que esto que ocurrió hoy fuera posible".
En 2017, el gobierno del entonces presidente Mauricio Macri impulsó y consiguió la sanción de la Ley 27.432, con la que afectó la asignación específica de fondos para la cultura que había sido sostenida desde el regreso de la democracia. Esta ley fijó como fecha de caducidad de las asignaciones en diciembre de 2022. En caso de que no se hubiera aprobado hoy en Senadores su modificación, habría dejado sin efecto la financiación del trabajo y la producción de las industrias culturales impulsadas por el INCAA, el INAMU, el INT, entre otros organismos, y el funcionamiento de las Bibliotecas Populares de todo el país, que reciben apoyo a través de la CONABIP.
Desde Pilar, varias entidades habían mostrado su preocupación ante la demora en la aprobación de la normativa, algo que ocurrió favorablemente en las últimas horas.