El intendente Nicolás Ducoté respaldó una polémica idea que volvería a permitir en Pilar, en caso de aprobarse, la extracción de tosca del suelo del distrito.
Las canteras con fines comerciales, de donde no solo se sacaba tosca, sino otros minarales como tierra negra, fueron prohibidas en Pilar en 1995, por el enorme daño que le generaban al medio ambiente, al ser cavas de decenas de hectáreas de extensión, lo que le quitaban el filtrado natural del agua que luego va a las napas.
La contaminación del agua subterránea, de hecho, fue uno de los argumentos que se usaron en aquellos tiempos para prohibirlas, además de la enorme proliferación de ese tipo de emprendimientos, en los que perdieron la vida decena de personas al ahogarse en ellas, una vez que eran llenadas de agua.
En el Concejo Deliberante se analiza un proyecto que busca autorizar una nueva cantera, a la vera de la ruta 34, en donde luego de explotarla se la rellenará con restos de poda y escombros. Pero el Ejecutivo quiere ir más allá y derogar la ordenanza 81/95.
La iniciativa generó un enorme rechazo de sectores ambientalistas, a los que Ducoté calificó de “extremos”.
“Los ambientalistas más extremos a veces tienen una posición categórica que es no, nunca y nada, pero analicemos realmente qué necesita Pilar. Necesita calles transitables en todo el distrito y esas calles llevan tosca. ¿De dónde la vamos a sacar? ¿Está bien que la saquemos de Moreno o de Exaltación de la Cruz y no de acá?”, explicó el intendente en diálogo con el Diario Resumen.
Ducoté agregó que el distrito invierte 25 millones de pesos al año en tosca destinada a mantener calles de tierra, por lo que es necesario disponer de lugares más cercanos de extracción, lo que abarataría los costos.
En cuanto a la ordenanza de 1995, Ducoté pidió “revisarla” y opinó que la medida podría haberse adoptado en su momento para beneficiar a determinados vendedores o impedir el ingreso de otros.
“Mis sospechas es que muchas ordenanzas en el pasado se hicieron para beneficiar a algunos sectores comerciales o políticos y no dejar que entren otros. Sí son un problema las tosqueras mal administradas, las que no se cuidan. Si las cosas se hicieran ambientalmente bien protegidas no veo por qué esa actividad sería más nociva o peor que otras actividades de suelo que implementamos en nuestra actividad económica”, agregó.
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