En tiempos en los que el calor supera registros históricos año a año, poco se tiene en cuenta el cuidado de los animales en épocas estivales, lo que influye directamente en el bienestar animal y en la continuación de la cadena productiva. Las altas temperaturas, como así también la falta o el exceso de lluvia, perjudican el ambiente, afectan el metabolismo y el comportamiento de los animales.
El golpe de calor es uno de los mayores riesgos que corren. “Los perros, por ejemplo, a diferencia de las personas, no tienen glándulas sudoríparas en el cuerpo, por lo que no pueden regular su calor corporal mediante el sudor; por el contrario, lo hacen a través de jadeos y del sudor que se elimina por las almohadillas plantares y, en el caso de los gatos, a través del lamido”; explican los referentes de la Comisión de Pequeños Animales del CVPBA.
“La sensación de calor que experimenta un animal no depende sólo de la temperatura ambiente, sino de la denominada temperatura efectiva. Ésta, a su vez, resulta de la interacción de varios factores, especialmente la temperatura ambiente, la humedad relativa, la ventilación y la radiación solar”, señalan las autoridades del Colegio de Veterinarios bonaerense.
En este sentido, desde la Comisión de Grandes Animales señalan que “tanto en bovinos de leche, bovinos de carne, cerdos y aves el estrés calórico tiene mucha importancia pues impacta directamente sobre el sistema pues se ve un impacto negativo en índices de producción y en la reproducción llegando hasta un importante incremento en los porcentajes de mortandad”.
Es por esto que hay que prever ciertas situaciones para mitigar el efecto del calor sobre los animales; sobre todo cuando la temperatura ambiente supera los 25 °C y la humedad alcanza el 50% durante períodos de tiempo prolongados.
El principal recurso para hacerle frente al calor en los animales suele ser llevarlos a dar un paseo o sacarlos al aire libre, ignorando completamente que la temperatura del suelo ingresa directamente al cuerpo del animal, muchas veces causando quemaduras.
Es por eso que el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires brinda medidas de prevención a los efectos de salvaguardar el bienestar animal y agregan que “es importante tener en cuenta que hay situaciones de mitigación en común y otras particulares para cada una de las especies, por lo cual es de suma importancia la consulta al veterinario de cabecera”.
Es así que, los profesionales recomiendan:
Para todos los animales:
Proporcionarles sombra y ubicarlos en lugares ventilados
Brindarles agua a discreción, limpia y fresca; limpiar los bebederos
Alimentarlos durante las horas más frescas
Para los animales de compañía:
Sacarlos a pasear en horarios adecuados, preferentemente por lugares con sombra
Bajo ningún caso dejarlos dentro de los autos
En los perros con patologías, respetar sus tiempos y en caso de tener paseador solicitar paseos individuales
Si viajan con sus perros o gatos llevar todos los implementos que puedan necesitar, su libreta sanitaria donde conste vacunas al día; como así también, verificar que cumpla con todos los requisitos solicitados por el lugar de destino. De transportarlos en vehículos tener el cinturón de seguridad para los perros y la transportadora para los gatos. En caso de viajar al exterior, verificar minuciosamente los requisitos con el Senasa y así poder emprender el viaje sin imprevistos.
Paro los animales en producción:
Evitar encierres
Reducir el tiempo de espera en los corrales
No transportar en los horarios de mayor calor
Evitar tareas sanitarias durante las olas de calor
Si bien la lista de recomendaciones es clara y su realización está al alcance de todos, ante cualquier duda se recomienda consultar a un veterinario matriculado, a fin de poder brindar una atención más personalizada sobre el animal en cuestión.