Este lunes comenzará el juicio por el asesinato del empresario Andrés Blaquier, baleado en la Panamericana ramal Pilar por dos motochorros de 16 y 17 años.
Al mismo tiempo, familiares de Blaquier convocaron a una marcha en el arranque del juicio oral, pedido lo hizo su hijo Pedro a través de una carta difundida por redes sociales en la cual pidió por el “derecho a vivir en paz” de todos los argentinos “que viven con miedo”.
La protesta será el próximo lunes 18 de septiembre a las 9.30 en la avenida 12 de Octubre al 1475, ubicada en la colectora oeste sentido capital de la autopista Panamericana, ramal Pilar.
“A casi un año de la muerte de papá quería agradecerles por acompañarnos este último año que fue tan complicado para nosotros y decirles que no hubiésemos llegado hasta acá sin la ayuda, compañía y la fuerza que nos dio cada uno de ustedes”, expuso Pedro en el arranque del escrito.
“Los invitamos a acompañarnos a pedir Justicia por papá, pero también a pedir por la seguridad y el derecho a vivir tranquilos para todos los que seguimos acá hoy. Tenemos la oportunidad, una vez más, de sentar un nuevo precedente para que los delincuentes y asesinos tengan miedo. Una nueva oportunidad de hacernos escuchar, de enseñarles que quien las hace las tiene que pagar y de mostrarles que no solo se enfrentan a la Justicia sino también a una sociedad cansada de vivir con miedo", subrayó.
El empresario fue asesinado en octubre del año pasado cuando viajaba en moto junto a su esposa, Marcela Elordy, por la Autopista Panamericana a la altura del kilómetro 50. Allí que sorprendido por motochorros que le dispararon para robarle su rodado BMW GS1200 negra.
Después de una larga investigación, la causa tiene dos menores de edad de 16 y 17 años detenidos que llegarán al juicio imputados por el delito de “robo agravado por el uso de arma de fuego y por resultar lesiones graves en concurso real con homicidio criminis causae agravado por la utilización de arma de fuego”.
Si fueran mayores les correspondería la pena de prisión perpetua, pero al ser adolescentes les reducirían el periodo de prisión.
Sumado al crimen que cometieron, el más grande de los dos tiene una presentación delictiva que se encrudece. Esto se deriva en que estuvo prófugo de la Justicia durante un mes después de escapar del instituto de menores donde se alojaba.
El joven fue detenido mientras cometía otro hecho ilícito por lo que fue derivado a un centro de máxima seguridad en Melchor Romero.