La Cámara de Casación ratificó la condena a un expolicía a 15 años de prisión por haber violado durante varios años a su hija menor de edad.
Así lo había decidido el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro, encabezado por Alberto Ortolani, quien encontró culpable a Emanuel Emiliano Ulises Suárez de los delitos de Abuso Sexual con Acceso Carnal Agravado por el Vínculo y por tratarse de una mejor de edad”.
El acusado tiene 42 años, y, de acuerdo a la conclusión del Tribunal, atacó sexualmente durante varios años a su hija, a quien manoseaba y violaba.
Las violaciones, según contó la propia víctima en Cámara Gessel, se dieron en dos domicilios, uno ubicado en la calle Costa Rica y otro en la calle Paraguay, ambos del barrio Agustoni.
De acuerdo a la conclusión de los Jueces, “ha quedado acreditado con idéntico nivel de certidumbre que los abusos sexuales (…) venían sucediendo en forma continuada” desde que la menor “tenía entre 4 y 5 años de edad, es decir, entre los años 2009 y 2010”.
De la sentencia, a la que tuvo acceso Pilar de Todos, se desprende que el acusado violaba a la menor, quien tiene un retraso madurativo, encerrándola en un cuarto.
Luego de ultrajarla, la amenazaba diciéndole que si contaba algo de lo sucedido mataría a toda su familia con el arma reglamentaria.
La víctima, quien actualmente tiene 17 años, relató también ante el Tribunal la pesadilla que tuvo que vivir, hasta que con la ayuda de uno de sus hermanos decidió contarle todo a su madre.
La chica contó, por ejemplo, que el sujeto la obligaba a ver pornografía y violaba cuando ella volvía de la escuela, momento en el que la encerraba en una de las habitaciones para someterla.
Una de esas veces, la chica decidió, con la ayuda de uno de sus hermanos, contarle lo sucedido a su madre. En medio de un ataque de nervios, la mujer le pidió explicaciones al hombre, este negó todo, pero la madre de la víctima tomó a sus hijos y se fue a vivir a la casa de su madre.
Más tarde se decidió a hacer la denuncia ante las autoridades, asesorada por los directivos del colegio al que acudía la menor.
El sentenciado aseguró durante todo el proceso que la denuncia en su contra era “falsa” y que la mujer la hizo “por despecho y capricho”, ya que él, una vez separados, había comenzado a salir con otra mujer.
Casación, con las firmas de Daniel Carral y Ricardo Maidana, además, decidió que el sujeto cumpla la pena en la cárcel, ya que de momento gozaba de prisión domiciliaria.