La Justicia de San Isidro condenó hoy a 22 años de prisión al femicida de Débora Díaz, Brian Montenegro (34).
Para los jueces, no correspondía la figura de "femicidio", que prevé prisión perpetua, ya que, señalaron, no medió violencia de género y Montenegro actuó bajo emoción violenta.
La joven tenía 23 años cuando fue apuñalada en reiteradas oportunidades por quien hasta hace poco tiempo había sido su pareja, y con quien incluso tenían un pequeño hijo en común.
El hecho ocurrió en febrero de 2016 en Astolfi, cuando Montenegro, quien ya había sido denunciado por violencia de género y sobre quien pendía una orden de restricción, irrumpió en la casa al entrar por los techos, y apuñaló a la joven madre delante de sus tres hijos en reiteradas oportunidades, provocándole heridas en la espalda, la cabeza, el abdomen y el pecho.
La mujer llegó a salir de la vivienda, mientras se desangraba, para intentar pedir ayuda, pero en la vereda el femicida volvió a abordarla y la siguió atacando, para luego escapar.
Débora quedó tendida en el lugar y murió allí mismo; una de las puñaladas le había dado en el corazón. Mientras que el asesino fue detenido horas más tarde cuando regresaba a su casa.
El Juicio había comenzado la semana pasada, en donde declararon testigos y familiares de Débora, quienes habían adelantado que pedirían prisión perpetua.
"La vida de mi hermana no vale 22 años", se lamentó Marisa Díaz, una de las hermanas de Débora.