Una mujer de 35 años falleció en el Hospital Sanguinetti de Pilar, lugar al que había sido trasladada luego de haber sido sometida a una cesárea en el Maternal Meisner de Derqui.
Pamela Báez, oriunda de Derqui, tenía una cesárea programada para el 10 de septiembre, en una clínica de Pacheco, donde siempre se hizo atender.
Esperaba mellizos y ya era madre de otros 6 hijos. Además, se iba a ligar las trompas.
Sin embargo, el 3 de septiembre pasado a la madrugada comenzó a sentir fuertes dolores y contracciones, por lo que su esposo, Javier Rodríguez de 39 años, decidió llevarla al Hospital Meisner.
Allí, Pamela fue revisada por una obstetra, quien decidió que no se podía esperar y había que operarla de urgencia.
“Estaba todo bien, pero como empezó mi mujer a tener muchos dolores y contracciones, la llevé al Meisner que es lo que tenemos más cerca. La obstetra que nos atendió nos dijo que iba a hacer una cesárea de urgencia porque uno de los bebés no estaba bien. La intervención se hizo, y además a Pamela le ligaron las trompas, como ella quería”, contó Javier a Pilar de Todos.
“Nos dijeron que todo salió bien y la llevaron a su cuarto, mientras que los bebés fueron llevados a neonatología, también en buen estado”, continuó el esposo de Pamela.
Siempre según el relato de Javier, por la tarde de ese lunes fue a verla en horario de visita, momento en el que Pamela le dijo que sentía mucho dolor.
“Le pedí a las enfermeras que la atiendan, y le pasaron entonces una medicación. Minutos después empezó a descomponerse, a transpirar y se puso fría. Les expliqué lo que estaba sucediendo a los médicos pero me dijeron que era normal, porque se trataba de un remedio fuerte, aunque no sé qué medicamento era. Mi mujer no era alérgica a nada, no tenía ninguna enfermedad, y el embarazo lo cursó con todos los controles necesarios”, agregó el esposo de Pamela Báez.
Javier contó que entonces se fue a comprar una faja y unos pañales que le habían pedido, momento en el que recibió una llamada en donde le indicaban que su esposa iba a ser derivada al Hospital Sanguinetti, para realizarle unos estudios. Era la tarde del lunes.
“Me tomé un remís rápidamente hasta el Meisner, y ya estaba la ambulancia para trasladarla, así que pude viajar con ella. Mi mujer me dijo que los médicos habían escuchado un ruido en los pulmones y que por eso la llevaban al Sanguinetti. Luego de estar un par de horas en ese hospital, yo me volví al Meisner, para ver a los bebés, porque creía que todo era una cuestión de rutina, o al menos no de la gravedad que me decían. Pero en el trayecto me llamó mi cuñada diciéndome que tenían que operar a Pamela de urgencia, porque tenía una hemorragia interna. La operaron varias veces, hasta que en la madrugada del martes lograron estabilizarla y la llevaron a terapia intensiva”, siguió relatando Javier, con un hilo de voz.
Allí estuvo Pamela varias horas, hasta se volvió a descompensar por causas que Javier pide que le expliquen.
“Alrededor de las 14:30 del martes 4 de septiembre vino el cirujano a decirme que mi señora había sufrido un paro cardíaco, que había fallecido, no me dieron ninguna explicación. Solo que tuvo un paro y nada más. Me dieron a mi mujer toda hinchada, con sangre y líquidos saliéndole por los ojos y los oídos”, contó lleno de dolor Javier, quien manifestó que en el Meisner tampoco le dieron razones “lógicas” de lo sucedido, sino, por el contrario, que “así lo quiso Dios”.
“En el Meisner me dijeron que se habían reunido todos los que atendieron a Pamela y que no sabían qué pudo haber pasado, que la cesárea había estado bien, y que era el destino, un designio de Dios. Estoy reclamando que me den las historias clínicas, tanto la del Meisner como la del Sanguinetti, para llevárselas a un abogado y que se investigue qué pasó con mi esposa”, agregó.
“No sé si hubo algún error en la cesárea, o si mi señora tuvo alguna reacción a un medicamento que recibió, no soy médico. Pero todo comenzó en el Meisner y no voy a aceptar que me digan que mi mujer, que era más sana que yo, murió porque así lo quiso Dios”, concluyó Rodríguez.
Los bebés y el caso Sol Laborde
Antes de morir, Pamela dio a luz a dos gemelos, un nene y una nena, que ya fueron dados de alta y están con su padre, en la vivienda de Derqui. Allí lo ayudan amigos y familiares, y también la familia de Carla Milens, la joven que fue asesinada en Pilar en 2012.
Claudio y Marta, padres de Carla, de hecho, le llevaron pañales y otros elementos para los bebés.
La muerte de Pamela tiene varias similitudes con el de Sol Laborde, una adolescente que falleció también luego de haber sido sometido a una cesárea.
Sol, de 16 años, fue operada en septiembre de 2017 en el Meisner, donde nació un bebé sano. Por causas que aún se desconocen, y son materia de investigación, la menor se descompensó luego de haber recibido un medicamento para el dolor. Fue trasladada al Sanguinetti para que la operen, lugar donde murió, igual que Pamela. Sol dejó de existir un 4 de septiembre, la misma fecha, aunque un año después, en la que murió Pamela. De hecho, el mismo día en que perdió la vida la esposa de Javier Rodríguez, familiares de Sol se congregaban en las puertas del Mesiner para seguir pidiendo justicia.
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