Tamara Borja tenía 16 años y falleció el pasado domingo por la mañana, en el Hospital de General Rodríguez, luego de haber estado en coma 2 semanas en el Sanguinetti de Pilar.
Los familiares de la joven apuntan a la mala atención que la menor habría recibido en el centro asistencial local, donde, aseguran, la medicaron erróneamente, y la declararon con muerte cerebral.
Tamara llegó al Sanguinetti en la madrugada del pasado 5 de abril, luego de haber sufrido dos ataques de epilepsia en su casa de De Vicenzo chico. La joven, epiléptica, tuvo otro ataque mientras era trasladada en la ambulancia.
Pero una vez en el hospital céntrico, la adolescente, asegura su padre Néstor, no recibió de inmediato la atención requerida, ya que estuvo durante varias horas “en una camilla, sin ningún tipo de control”.
Fue durante la tarde noche de ese mismo 5 de abril que, al ver que no mejoraba, los médicos decidieron hacerle un lavaje de estómago, medida que Néstor no entiende por qué se hizo.
“El lavado de estómago fue 17 horas después de haber ingresado; si mi hija hubiera injerido algo, tras todas esas horas ya el organismo lo absorbió. No entendemos por qué lo hicieron”, contó el papá de Tamara.
Pero además apuntan a ese procedimiento, ya que fue luego de él que la adolescente hizo un paro cardíaco, por lo que debió ser intubada y asistida con un respirador.
Los primeros días el coma fue inducido, pero al quitarle la medicación la joven no despertó más. Incluso, siempre según el relato del padre de la menor, los médicos le dijeron que ya no tenía actividad cerebral, que había que desconectarla, e incluso se acercó al lugar un equipo del INCUCAI para determinar si la joven era donante.
Fue en ese contexto que, desesperados, los papás de la menor empezaron a pedir el traslado de Tamara al Hospital de General Rodríguez, donde ya les tenían una cama reservada, algo que desde el Sanguinetti no aceptaron con la celeridad necesaria.
Finalmente lo consiguieron, el sábado a la tarde, pero Tamara falleció al día siguiente, el domingo, al sufrir otro paro cardíaco.
“Si hubiera sido el viernes el traslado, quizá hoy sería otra la historia. Pero en el Hospital de General Rodríguez nos dijeron que sí había actividad cerebral, pero que había sido mal medicada durante varios días. Su corazón no resistió y murió a las 10:45 del domingo”, se lamentó Néstor.
“En el Hospital de General Rodríguez me dijeron que le hizo muy mal a Tamara fue el paro que le provocó el lavaje de estómago”, concluyó.