Cuando todo parecía ir encaminado hacia la concreción, varias veces dilatado, del proyecto de electrificación del ferrocarril San Martín, apareció otro problema.
El Ministerio de Transporte de la Nación dio de baja la licitación de 2017, proceso que ya se encontraba avanzado y con una preadjudicación, y resolvió lanzar una nueva compulsa, por recomendación del principal financista de la propuesta: El Banco Interamericano de Desarrollo 8BID).
Esa preadjudicación había caído en manos del grupo de empresas Supercemento-China Railway International Group (CRIG)-China Railway Signal and Communication (CRSC).
Ese avance había sido elevado al BID para su aprobación, pero debido a los prolongados tiempos que pasaron desde el llamado original hasta la preadjudicación (unos cuatro años) y por ende posibles cambios en el proyecto técnico y la propuesta económica, es que el Banco pidió que se dé de baja el trámite original y se comience con otro.
El BID también aconsejó a las autoridades no concretar la modalidad “”llave en mano”, como se estaba haciendo con el San Martín, sino ir hacia un esquema de contratos parcializados, “tomando como modelo el esquema de ejecución y estrategia de contratación utilizado en el Proyecto de Mejora Integral del Ferrocarril Roca Ramal Constitución- La Plata”, que, señaló el BID, logró un “desempeño satisfactorio”.
Ahora, el Ministerio deberá rehacer todos los pliegos licitatorios, con contrataciones autónomas por cada una de las especialidades, lo que podría dilatar aún más la concreción del largo proyecto de electrificar el tren que une Pilar con Retiro, en la Ciudad de Buenos Aires.