El gobierno nacional comenzó en los últimos días con la obra de reparación de la ruta 234, que conecta Derqui con la ruta 8, en Pilar.

Según informaron desde la Comuna, se procederá a repavimentar gran parte de toda la traza, unos 8 kilómetros, que pasará a contar con dos manos por carril, además de construir nuevas dársenas para los colectivos e iluminación.

“Era un trabajo muy necesario, una de los principales para Derqui y para el distrito. Una ruta que estaba muy congestionada y esperamos descomprimir con estas obras”, señaló Diego Ranieli,  Secretario de Gobierno de la Comuna de Pilar.

El funcionario, a su vez, señaló que los plazos de ejecución oscilarán entre los 6 meses a un año, y que forma parte de un paquete de obras del Ministerio de Transporte de Nación para la región.

Ranieli, a su vez, confirmó que se hará una obra similar sobre la ruta 25, en el tramo que va desde Panamericana con Escobar, en donde también el camino contará con doble carril por mano, y se prevé que arranque el año que viene.

Mientras que la ruta 8, en el segmento que comprende Malvinas Argentinas con casi la entrada de Pilar, también se licitará, pero el año que viene. Allí, se prevé al igual que los casos anteriores una repavimentación "profunda" y que haya dos carriles por mano.

Por su parte, el Ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, también se refirió a los trabajos sobre la 234.

“Estamos haciendo trabajos de excavación desde Bélgica hasta Enrique Larreta, en el primer tramo de los 8 km que repavimentaremos. Construiremos dársenas, refugios y pondremos señalización, beneficiando a 60.000 pasajeros por día que eligen el transporte público”, expuso Dietrich.

Demoras

Ranieli, por otro lado, expuso que son varias las obras que se están gestionando en provincia y en Nación, aunque aceptó que el comienzo de algunas se demoró más de lo previsto.

“Estamos haciendo una proyección de obras para 4 años y el balance se tiene que hacer en ese período. De todos modos hasta acá es positivo. Sin hacer promesas, ya estamos arrancando la 234 y esperemos que en pocos meses lo mismo ocurra con la 25. En los últimos años no se dieron en Pilar grandes obras, y en este primer año ya estamos prontos a iniciar estas dos”, expuso Ranieli.

Sin embargo, el funcionario sí admitió demoras en otros trabajos, como los planes de Hábitat, que prevén una inversión de 350 millones de pesos en varios barrios de Pilar, que aportarán mejoras viales, en espacios verdes y servicios.

“Vamos a tener un año que viene muy importante desde la obra pública, donde no solo ya estarán en marcha las planificadas para este año, sino las que vendrán. Y en lo que respecta a la situación de las calles internas de los barrios, ya hemos intervenido con diferentes métodos en más de 1000 arterias, pero al lado de casi 10 mil calles de tierra, es un número que no se siente. Pero tenemos que seguir trabajando en eso, porque el estado en el que recibimos las calles por parte de la gestión anterior (del ex intendente Humberto Zúcaro), ya presentaba casi un año de gran deterioro, en donde se habían dejado de hacer mantenimientos, y lo mismo nos pasó con la recolección de ramas. Y es cierto que en muchas calles la situación ha empeorado porque no llegamos a intervenirlas, porque recibimos una Comuna con poca maquinaria (vial), pero estamos trabajando en darle respuesta a los vecinos, ya que sabemos que hay un atraso”, finalizó Ranieli.

AySA

Ranieli, por otro lado, señaló que la empresa AySA debería hacerse cargo de la concesión del servicio de agua y corriente en Pilar de manera completa desde enero de 2017, es decir también los tramos que hoy están en manos de la empresa Sudamericana de Aguas.

“La idea nuestra es que AySA se haga cargo de todo el servicio en Pilar. Después se verá la posibilidad técnica; pero la decisión política es AySA”, enfatizó Ranieli.

La discusión, a casi un mes de que finalice el contrato con Sudamericana, es lograr que AySA desembarque no solo a hacerse cargo de la actual red, sino a invertir en áreas que hoy no cuentan con el servicio, planes que no estarían en la agenda de AySA, al menos en 2017.

Aparentemente la empresa no tendría, al menos por ahora, fondos para encarar las dos posibilidades, es decir sostener y poner a punto la actual red, y al mismo tiempo comenzar con obra nueva, por lo que el debate sigue abierto y no se descarta un período de “convivencia” entre ambas empresas”.