En el marco del Día Mundial contra el Acoso Escolar, el Observatorio de Derechos de Niñas, Niñas y Adolescentes de la Defensoría del Pueblo bonaerense realizó una guía con el objetivo de brindar herramientas básicas que sirvan a madres, padres e integrantes de comunidades educativas para la prevención y el abordaje del bullying.
“El bullying y las distintas formas de violencia escolar entre niñas, niños y adolescentes es un fenómeno global. Se viene incrementando en todo el mundo y la Argentina no es la excepción. Durante la pandemia muchas de las situaciones se volcaron, principalmente, a las redes sociales. Por eso resulta lógico que la vuelta a la presencialidad plena en los establecimientos educativos traiga aparejado un mayor grado de conflictividad que debe ser abordado con todas las herramientas dispuestas en el marco normativo”, explicó Walter Martello, Defensor del Pueblo Adjunto y responsable del Observatorio.
Martello remarcó que “resulta fundamental un accionar articulado y mancomunado entre estudiantes, familias, docentes y autoridades”.
“Todos y cada uno de los actores de la comunidad educativa tienen mucho para aportar y contamos con una herramienta clave: los acuerdos de convivencia, ámbitos de encuentro en cada una de las escuelas para canalizar propuestas, inquietudes y encontrar soluciones. Es indispensable, a su vez, desarrollar campañas que lleguen a cada uno de los municipios para la prevención del acoso escolar en sus más diversas manifestaciones”, expresó el funcionario.
Cabe destacar que la ONG Internacional “Bullying sin Fronteras”, impulsora de la iniciativa que establece 2 de mayo como Día Mundial contra el Acoso Escolar, registró 14.800 casos de bullying durante el período 2021/2022 en la Argentina.
En la guía se enumeran una serie de pautas de alarma que se evidencian tanto en las casas como en la escuela.
Entre ellas, señala que en la escuela aquelloos niños o niñas que sufren acoso “faltan con más frecuencia de lo normal; son excluidos por sus compañeros, presentan golpes o heridas cuando regresan del recreo o se ponen muy nerviosos al participar en clase”.
Mientras que en casa “presentan lesiones físicas, tienen cambios de humor, están tristes o con síntomas de depresión”.
Además, “bajan sus calificaciones, evitan hablar de la escuela o no quieren ir; pierden tareas y/o útiles escolares sin poder justificarlo; se quejan con frecuencia de que los cargan, empiezan a tartamudear”, entre otros signos.
En cuanto a las recomendaciones, la guía señala la importancia de “hablar con compañeros o amigos sobre lo que les está pasando; plantear la situación a padres, madres, docentes o algún adulto de confianza; expresar que la situación los está afectando profundamente y tener presente que no tienen la culpa de lo que pasa”.
Se puede pedir ayuda llamando a la línea gratuita 102 o al 0800-222-1197 para realizar denuncias específicas sobre acoso escolar.