El Jefe de Bomberos del Cuartel de Pilar, Enrique Ramón Pared, pidió extremar los cuidados para calefaccionar los hogares ante los reiterados incendios de viviendas y la muerte de tres niños ocurrida en los últimos días.

En una entrevista que brindó al programa radial Agenda Propia (FM Estudio 2), Pared contó su preocupación y alertó:“Con las bajas temperaturas, casi todos los días estamos saliendo por un incendio”.

El Jefe de Bomberos detalló que se registraron siniestros en algunas chimeneas que fueron prendidas por primera vez y sobre todo en muchas viviendas precarias que utilizan estufas eléctricas para calefaccionar.

“Nos preocupa el uso de energía eléctrica, el recalentamiento de los cables sobre todo en las casas precarias. Es la única manera de calefeccionar para algunos pero no tienen calculado el uso intenso, ponen muchas estufas y se termina prendiendo fuego la instalación”, relató el titular de Bomberos.

Y aseveró que si bien la respuesta del Cuartel es de entre 5 y 10 minutos "siempre se llega con el fuego que está generalizado y con peligro de propagación a otras viviendas”.

Esta problemática afecta a todo el distrito por igual, por eso desde el Cuerpo de Bomberos piden especial atención y aconsejan apagar las estufas eléctricas y braseros de noche.

“Es duro pero hay que ser realistas: durante la noche hay que apagar todo y taparse bien. Este consejo es cruel pero no cumplirlo implica jugar con la vida. Si la vivienda no tiene un disyuntor no dejen prendido nada. Hay que tomar conciencia", insistió Pared.

Asimismo también posó la mirada sobre los braseros y alertó:"Si se ingresa un brasero a la vivienda no hay chances de que te salves, inhalás el monóxido y no te levantás”, finalizó.

Víctimas

Durante los últimos días, 3 niños fallecieron en dos siniestros diferentes cuando se incendiaron sus viviendas.

Los casos se registraron en Peruzzotti donde muriendo dos mellizos de 6 años; mientras que el segundo caso fue en Villa Rosa en el barrio Lucchetti donde una niña de 3 años perdió su vida.

En ambos casos se trataban de viviendas muy precarias que estaban usando estufas eléctricas para calefaccionarse.