El defensor del pueblo adjunto bonaerense y titular del Observatorio de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, Walter Martello, llamó hoy a intensificar campañas de concientización contra la violencia infantil en el sistema educativo y clubes a fines de combatir la problemática.
"Desde el Observatorio de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Defensoría del Pueblo bonaerense entendemos que para lograr cambios efectivos, el flagelo de la violencia contra NNyA debe ser abordado desde toda su multidimensionalidad. Esto significa, escuchar a los niños y tener en cuenta su voz en la planificación de las políticas de Estado", dijo el funcionario en un comunicado.
Pidió entre otros puntos, "intensificar las campañas de concientización contra la violencia infantil en el sistema educativo, clubes, asociaciones civiles".
Señaló que el "salvaje asesinato del pequeño Lucio Dupuy, en La Pampa, puso la problemática de la violencia contra niñas, niños y adolescentes en el centro de la agenda pública" y que "los padecimientos que sufrió el pequeño Lucio, lamentablemente, no son un caso aislado".
"Se trata de un flagelo fuertemente arraigado y transversal a todas las clases sociales", dijo Martello quien citó un estudio elaborado por Unicef y la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf), que reveló que "casi el 60% de las y los NNyA de la Argentina reconoce haber recibido algún tipo de castigo violento de disciplina, el 35,6% sufrió castigo físico y casi el 7% (7 de cada 100) padeció palizas severas".
"A diferencia de lo que muchas veces se cree, el mayor indicador de violencia extrema no se registra en las familias de sectores socioeconómicos más postergados. La tasa más elevada aparece en hogares de ingresos medios: prácticamente uno de cada diez niños/as o adolescentes (9%) de ese quintil sufrieron alguna vez castigos severos", apuntó.
Agregó que de acuerdo a esos datos, hay padres, madres o cuidadores "que reconocen y hasta defienden el empleo de violencia física (castigos corporales) como forma de llevar adelante la crianza de las y los pequeños".
Martello advirtió que, pese a la "legislación de vanguardia" en lo que se refiere a la protección y promoción de los derechos de las infancias que existe, todavía "no es suficiente".
Sugirió que como sociedad se de un "urgente cambio cultural" para que cada persona pueda "aportar a la hora de prevenir y denunciar los casos de violencia infantil ante la aparición de cualquier indicio", y a su vez, recomendó que desde el Estado, se mejoren "los mecanismos institucionales de respuesta".
Entre otros puntos de la agenda de políticas públicas a desarrollar, el defensor pidió "agilizar la aprobación de leyes que garanticen la protección integral de niñas, niños y adolescentes contra la violencia y asegure su aplicación a todos los niveles", y emprender "una evaluación amplia del alcance, las causas profundas, los factores de riesgo y la naturaleza de la violencia, los malos tratos y el descuido de que son víctimas niños/as, con miras a formular una estrategia nacional integral para prevenir y combatir esos fenómenos".
También, fomentar programas orientados a la comunidad "destinados a prevenir y combatir la violencia doméstica, los malos tratos y el descuido de los/as niños/as".