Un nutrido grupo de vecinos se manifestó nuevamente en contra de la radicación de las termoelétricas.
Se trata de las plantas de APR Energy y Araucaria, radicadas a la vera de la ruta 25, del lado de Pilar, en Villa Rosa, en el límite con Escobar.
Justamente fue allí donde habitantes de la zona se congregaron en la tarde de este lunes para reclamar que las usinas, construidas allí desde el año pasado, tras un polémico cambio de zonificación del Concejo Deliberante, sean trasladadas a zonas industriales.
Es que si bien las parcelas donde están lo son, antes de la modificación que aplicó el Legislativo eran rurales y complementario club de campo, es decir no aptas para ese tipo de emprendimientos.
Los vecinos entregaron folletería a los conductores que por allí pasaban, donde informaban del potencial riesgo que generarían las plantas, argumentos siempre rechazados por ambas empresas.
Los frentistas, algunos residentes a menos de 300 metros de los enormes motores, se quejan por ruidos molestos, presuntas pérdidas de gas, el peligro que significa el acopio de millones de litros de gasoil (además de gas utilizan ese combustible para funcionar), el uso intensivo de agua de napa, y posibles emanaciones dañinas para la salud.
La construcción de las plantas, que comenzó el año pasado, se paralizó por parte de la Justicia a fines de 2017, pero tras algunos meses volvieron a erigirse.
Actualmente hay varias presentaciones judiciales que se tramitan en distintos ámbitos, todas con el objeto de evitar que se radiquen definitivamente en ese lugar, rodeado de casas, barrios cerrados, comercios y escuelas.
Además, pese a no tener aún habilitación de la Comuna, los vecinos aseguran que las plantas ya están en funcionamiento (de ahí los ruidos molestos), pero el Municipio asegura que se trata de pruebas para testear, justamente, qué nivel de molestias sonoras generan y así tomar medidas al respecto.
La movilización, además, se da luego de que el intendente Nicolás Ducoté le dijera a Pilar de Todos que el reclamo de los vecinos no tiene que ver tanto con lo ambiental, sino con el valor de las viviendas, de hecho algunas se han depreciado por la presencia de las usinas, y tras una fuga de un componente que se le inyecta a las redes de gas natural, el mercaptano, para detectar si hay fugas.
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