La Policía de Pilar llevó a cabo un operativo policial en donde se procedió al allanamiento de urgencia de una vivienda donde se sospechaba que se realizaban estafas reiteradas agravadas por la participación de un menor.
El procedimiento fue ordenado por la UFI Nro. 03 de Pilar y la UFI Penal Juvenil de Pilar, tras recibir una denuncia que alertaba sobre la presencia de un grupo de personas que ofrecían dinero a cambio de documentos de identidad, en una casa de Lagomarsino.
Al llegar al lugar, el personal policial constató que había una gran cantidad de personas que esperaban cobrar la suma de $ 2.000 por entregar su DNI.
Al entrevistar a algunos de ellos, se pudo determinar que habían sido contactados por teléfono o por redes sociales por los supuestos organizadores del evento, quienes les prometían ese beneficio a cambio de sus datos personales.
Según las primeras averiguaciones realizadas por los investigadores policiales y judiciales, se trata de una organización delictiva que se dedicaba a captar personas vulnerables para obtener sus datos personales y utilizarlos para realizar distintos tipos de fraudes y estafas mediante el uso de líneas telefónicas y cuentas bancarias.
A estas personas se les secuestró en su poder 15 teléfonos celulares, 107 sobres con chip de telefonía marca CLARO, 25 DNI y dos cuadernillos con anotaciones varias.
En total fueron seis las personas aprehendidas, una de ellas menor de edad.
Según fuentes policiales de Pilar, los hechos eran llevados a cabo en una finca de la calle Yugoslavia de la mencionada localidad.
Los detenidos son dos mujeres de 38 y 18 años, domiciliadas en Escobar; un hombre de 36 años, dueño de casa, otro sujeto de 24 años, oriundo de Malvinas Argentinas, y dos ciudadanos chinos de 30 y 17 años.
Los detenidos fueron trasladados a la sede policial correspondiente y puestos a disposición de la justicia.
La banda tenía por objeto captar los datos de las personas, generalmente vulnerables, para con esa información crear cuentas en aplicaciones financieras, como Tarjeta Naranja o Ualá. De ese modo, los estafadores se hacían de tarjetas de crédito, solicitaban préstamos y hacían compras por internet.