Los robos en el casco céntrico de la localidad de Pilar no paran, con un raid que en las últimas semanas mantienen en vilo a los comerciantes de la zona, particularmente a los kioscos.

Es que el sábado pasado otro kiosco del centro fue blanco de la delincuencia, hecho que se sumó al sufrido por el local ubicado en San Martín e Independencia.

Eran cerca de las 23 horas cuando en el Kiosco Rex, de Irigoyen casi esquina San Martín, se preparaban para un momento importante de ventas ya que a esa hora comenzaba la Peregrinación a Luján.

Fueron dos los hombres que entraron al negocio. Uno de ellos, encapuchado, extrajo un arma y amenazó a una clienta y a las dos empleadas. Huyeron con parte de la recaudación de alrededor de 4 mil pesos.

Siguen los robos en el centro de Pilar: esta vez un ladrón asaltó un kiosco

En diálogo con Pilar de Todos, la propietaria del local, Mirta Fernández, que además posee otros dos del mismo rubro en el centro, se mostró indignada por lo sucedido y relató que ya sufrió varios atracos en los últimos días.

“La semana pasada robaron otro de los kioscos, el de la calle Rivadavia, y minutos después intentaron asaltar otra de las sucursales dentro de la terminal de colectivos”, enumeró la mujer.

Fernández hace más de 30 años que es comerciante del centro de la ciudad y aseguró que en el último tiempo “ya no se ve a la Policía patrullando”.  

“Cuando yo estaba en los mostradores, el patrullero daba vuelta a la plaza todo el tiempo. Ahora, todos los días bien temprano con los chicos que ingresan al colegio o los trabajadores que viajan al Parque Industrial, no hay nadie que nos cuide”, se lamentó.

“En Pilar ya es una locura lo que está pasando. En cada robo se viven momentos traumáticos”, completó Mirta que debido a los sucesivos atracos tomó una drástica determinación: “Uno de los kioscos, los domingos dejará de estar abierto; me duele porque hay muchas familias que dependen de mí”, cerró.

Roban moto

Una mujer de 52 años denunció que delincuentes le robaron una moto color negra, en la entrada del condominio donde vive, sobre la calle Mendoza, en cercanías a la estación de trenes de Pilar.

"La moto la dejo en el condominio, en un lugar que a veces cierran y otras no. La uso para trasladarme a mi lugar de trabajo. No puede ser que ya no podamos ser dueños de nuestras propias cosas. Quiero que las autoridades, sea quien sea, me den una respuesta y la moto aparezca, porque la necesito", añadió la mujer, quien contó que la patente del rodado, una Honda Wave, es IOA 169.

"Esto no da para más; los delincuentes siguen sueltos, y nosotros somos los que tenemos que estar detrás de las rejas", añadió, y expuso que pese a la denuncia que realizó en sede policial no pasa ningún patrullero por la calle en la que vive.

"Es tierra de nadie", concluyó.

Por la inseguridad, algunas remiserías solo llevarán pasajeros que estén previamente registrados